21 octubre 2005

La pobreza tiene nombre...

Una de las experiencias más gratificantes, ha sido sin duda el trabajo que relice por años, con la Fundación "Un Techo para Chile". Esta experiencia ocurrio el año 2001, cuando por primera vez vienen a la comuna jovenes universitarios a construir mediaguas. Sin dudas, una acción solidaria que pocos Chilenos conocen, una experiencia de vida gratificante, llena de simbolismos y vivencias inolvidables para cualquier persona. Más de 200 familias fueron beneficiadas con una construcción de 18m2, que vino a aliviar el frio y la incomodidad que sufrian. Así conocí niños, madres, padres e hijos en condiciones de extrema pobreza; pero también conocí futuros profesionales, futuros arquitectos, futuros profesores, futuras enfermeras, etc. que dedicaron algunos días de sus vacaciones para vivir una experiencia, que sin duda los humanizaría profundamente, especialmente cuando los valores de nuestra sociedad son cada vez más vulnerables. Un saludo a todos aquellos que algún día viajaron a construir una medigua a nuestro Cañete.

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