Su aspecto de mujer dura, casi terca, de manos fuertes y de mira profunda, dueña de una vida alejada de los Mall y grandes tienda, lucha codo a codo con un marido que más de lo regular se pierde en unas cuantas copas de vino.No es extraño verlas en algun lugar de nuestra zona, en lugares apartados y de difícil acceso. Tienen más fortaleza de lo pensado y su humildad se ha moldeado con los años de sufrimiento.
Ajenas del liberalismo femenino de las grandes ciudades y resignadas a criar a más de tres niños, viven con la esperanza de tiempos mejores, tiempos que esperan sus hijos y que no llega. Hijos de un sistema que no les dará oportunidades, aunque los sistemas supro-protectores actuen. Que manera de crecer como país, pero que difícil de cambiar profundos dramas sociales que se encuentran ocultos... especialmente los destinos de muchos niños que ven que sus proyectos de vida no existen, son opacos, tristes y carentes de muchas cosas. Para quienes no creen... existen procesos de desarrollos profundamente determinantes en las personas a temprana edad, procesos que están ligados a las expereincias de vida de un niño...
2 comentarios:
Impactante.Ha sido como encontrarme a mi mismo, y mis raíces profundamente aferradas a mi corazón que no deja de añorar lo que no volverá, jamás . Mi cuerpo se estremeció hasta los tuétanos porque ha sido como ver a mi madre amada, con su mismo gesto de dureza u dulzura a la vez; pero llena de amor por sus hijos.Infinitas gracias Miguel.
Fuerza, incertidumbre, eso me pasa a mí con esta foto... eso me transmite, y me llega hasta el silencio... ese en el que uno agradece por lo propio y pide para otros... Un abrazo.
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